Una piel perfecta: Consejos para la piel

-->   Hoy en día es algo muy común oír que una piel perfecta no existe, que es imposible de conseguir, que se genera virtualmente... Sin embargo yo defiendo que sí, que existe y que todos podemos tenerla.

   Sin embargo, habría que fijarse en cual es la definición de piel perfecta que yo utilizo. Hay muchísima gente luchando por tener una foto de portada de Vanity Fair, algo que es totalmente irreal ya que todas las fotos están retocadas por photoshop. Yo opino que una piel perfecta es una piel perfectamente cuidada, con los productos adecuados y siguiendo los pasos necesarios.

   Si cumples estos pasos, tu piel se verá en la mejor condición posible, se notará cuidada y se mantendrá así por muchos años. Envejecerá, evidentemente, pero las pieles que maduran bien cuidadas son preciosas. Nunca habéis visto a alguien y habéis pensado: ¿Ojalá yo tenga una piel como la suya a su edad? Pues ese es vuestro objetivo. Y siguiendo mis consejos, podéis conseguirlo ajustándoos a vuestro presupuesto.

   Y no es porque yo me considere un sabio ni un listillo, simplemente no me canso de aprender y os doy toda la información que poseo, para que podáis hacer de vuestra piel algo espléndido. Y esto es genial, pues no hay nada más satisfactorio que saber que estás cuidando tu piel perfectamente y que además estás contribuyendo a mantenerla en buen estado.

   Tener una piel cuidada, al margen de los prejuicios que la gente envidiosa pueda tener hacia la preocupación estética, es un placer. Te aporta seguridad en ti mismo, te sientes mejor cuando miras al espejo y te gusta lo que ves. Para esto tienes que aceptarte tal como eres y no obsesionarte con cambiarte a ti mismo, la idea es que te a ti mismo y explotes toda la belleza que haya en ti. Cuando lo consigas, te sentirás genial, es un hecho. No tengas miedo a expresar tu gusto por la estética, nada te hará mas feliz que dejar de reprimirte a ti mismo. Y la vida va sobre ser feliz, dar rienda suelta a todas las opciones que te ofrece.

   Por lo tanto, si quieres ganar seguridad y ser la máxima expresión de ti mismo, siéntete libre de cuidar tu piel sin importar que nadie opine o piense. Empieza por las cosas más sencillas, y ve construyendo poco a poco una rutina sólida de cuidado de la piel (entérate aquí de cómo hacerlo) para comenzar a recoger tus frutos lo antes posible. Recuerda que el efecto más importante es el que se consigue a largo plazo, fruto de la dedicación diaria. ¡Implántalo como un mecanismo de tu día a día y verás lo evidente que resulta a tus ojos!