martes, 17 de septiembre de 2013

Incluso para el acné y las manchas, el peeling perfecto! Un exfoliante casero


   Yo antes tenía una piel horrorosa: Tenía acné, rojeces, piel reseca, tuve eczema... Y sin embargo, fuí dando con fórmulas naturales que ideaba yo mismo, que fueron realmente un milagro. Y es por eso por lo que las llamo recetas milagrosas, porque han obrado un auténtico milagro en mi piel.

   Aunque sé mas recetas, diría que la que os voy a contar ahora, junto con la mascarilla milagro, son las que han transformado mi piel. Se trata de un exfoliante casero, que actúa de forma similar a los tratamientos de microdermoabrasión, pero más suavemente. No realiza el peeling por arrastre, si no que es de acción química. Por ello se convierte en un tratamiento para la cara, elimina todas las imperfecciones sacando a relucir piel más joven. Es buenísimo también para la gente con acné, pues desobstruye los poros destruyendo la capa de piel muerta que los tapona. Y combatirá las manchas también, eliminándolas progresivamente gracias a que, como os digo, renueva la piel.

   Entonces, ¿Que necesitamos para fabricarlo? Tres cosas que todos tenemos en casa: Agua, miel y vinagre. Si, has leido bien, vamos a utilizar vinagre. El vinagre contiene ácido acético, que es abrasivo. Sin embargo, diluyéndolo en agua en la proporción correcta, podremos sacar a la luz la piel más “virgen” de nuestra piel, eliminando las imperfecciones y atenuando las arrugas. Por supuesto, para maximizar el efecto habremos de seguir esta rutina 1-2 veces por semana.

   Vamos a la mezcla. Cojeremos 100ml de agua, y le añadimos una cucharadita de vinagre de manzana y otra de miel. Nos quedará un agua con color amarillento, que aplicaremos sobre nuestro rostro evitando el contorno de ojos. Lo masajeamos suavemente por nuestra cara y lo dejamos actuar 2-3 minutos. Tras esto volvemos a masajear y aclaramos con agua abundante. Notad que no deberíais notar picor, sólo una especie de calor. Si lo notáis es que vuestra mezcla necesita más agua. Veréis como se os han formado antes de aclarar unas cosillas blancas, es la capa de piel que hemos removido.

   Este peeling no solo tiene los beneficios que ya os he listado, si no que además restablecerá el pH de nuestro rostro. Esto que significa? El pH de la cara determina su brillo, su jugosidad, su lozanía... Justo igual que el pelo, que se verá brillante y sano cuando está en su nivel de pH correcto. De esta forma estaremos devolviéndole la vitalidad y el aspecto “joven y jugoso” a la piel. Además tratará tanto las pieles grasas como las secas, dado que el nivel de pH también regula la secreción de sebo de la piel. Las pieles secas son más ácidas de lo debido, mientras que las pieles grasas son más alcalinas. Por lo tanto restaurando el nivel correcto también estamos recuperando el balance de hidratación de nuestra piel.

   Tras esto, yo aplico la mascarillamilagro, podéis ver aquí como hacerla. Todo esto os aseguro que va a cambiar vuestra piel, a la primera aplicación notaréis una diferencia abismal, pero con un tratamiento continuado... Transformaréis vuestra piel, justo como lo hice yo. Pero para la máxima efectividad, os aconsejo que combinéis el peeling milagro con la mascarilla milagro. Os van a funcionar muchísimo, de verdad, y son súper fáciles de hacer. Intentadlo, no os vais a arrepentir!

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lunes, 16 de septiembre de 2013

Halitosis: Cómo curar el mal aliento con remedios naturales

   La halitosis o el mal aliento no se da en nuestra boca, si no en la garganta. Allí, ciertas bacterias, presentes en las gargantas de todos, bajo ciertas condiciones pueden reproducirse en exceso, produciendo ciertos ácidos volátiles por la descomposición de saliva, restos de comida, células muertas de la garganta...

   Si bien esas bacterias son necesarias para mantener nuestra garganta protegida, la cantidad justa es suficiente, y debemos mantener a raya el exceso, desinfectando la parte superior de la garganta. Además, la reproducción de estas células puede verse incrementada por calor excesivo en la garganta también, por lo que también será importante refrescarla para mantenerla en óptimas condiciones.

   Para ello, haremos una mezcla simple pero muy efectiva que podrás introducir en un bote con spray y llevarlo contigo siempre (los puedes comprar vacíos en montones de lugares, y de diferentes tamaños).

   Necesitarás aceite esencial de menta piperita y aceite esencial de romero. Los puedes encontrar en cualquier herboristería, tanto en un lugar físico como on-line. Son frascos pequeños, pero muy concentrados, por lo que sólo utilizaremos gotas, y te durarán... Muchísimo tiempo. Además puedes darle otros usos, entre ellos para el cabello (ya os los pondré en otros artículos) así que merece totalmente la pena comprarlos. Eso sí, importantísimo, que sean 100% puros bio, ingeribles, ya que vamos a tragarlos. En general si los compras puros en botes de 15ml son de este tipo, simplemente cerciorate de que así lo sean.

   Una vez los tengas, pondremos en nuestro recipiente 100ml de agua, y le añadiremos 5 gotas de propoleo. Este se disolverá en el agua tiñéndola de un color amarillento-blanquecino, pero no os preocupéis, no os teñirá los dientes, más bien los protegerá. Este estimulará las defensas de tu garganta, ayudándonos a regular esa cantidad de bacterias extra. Además nos permite disolver efectivamente los siguientes aceites esenciales en la mezcla para hacerla mas consistente.

   Tras esto, ponemos otras 5 gotas de aceite esencial de romero y otras 5 de menta piperita, que se disolverán en el agua gracias a la consistencia añadida del propoleo. La menta piperita desinfecta y da un gran frescor a la boca, renovando nuestro aliento al instante. Y el romero, además de ser desinfectante y astringente, es un vigorizante general, por lo que ayudará a que la garganta se mantenga sana por si sola. Tras esto cerramos nuestro spray y agitamos bien, y ya tenemos la mezcla lista!

   La manera de usarlo es la siguiente: Pulverizamos una vez la parte interna de la boca, tragamos, y volvemos a pulverizarla de nuevo. Y ya nos olvidamos del mal aliento. Es probable que los primeros 10-15 minutos sintáis un olor penetrante en vuestro aliento, pero no os preocupéis: Desaparecerá pronto y podréis disfrutar de un aliento sin olor y fresco durante horas. Podéis volver a usarlo cuando queráis durante el día, sin miedo, pero solo cuando sintáis que os vuelve el mal aliento.

   En cuanto a la mezcla, a mi nunca se me ha echado a perder, pero os recomiendo que preparéis menos cantidad (unos 50ml, un bote pequeño) y la renovéis cada semana y media más o menos. Así os aseguráis de que está fresca y mantendrá su máximo efecto. Lo importante es respetar las proporciones. Igualmente, si sentís que es muy suave, podéis echar un par de gotas más, o si queréis un efecto más suave porque no os huele casi el aliento y solo queréis mantenerlo en condiciones, agregad un par de gotas menos.

   Con este remedio no sólo elimináis al instante el mal aliento, si no que además estáis tratándolo, y con ingredientes naturales que tienen beneficios para el organismo también, (vigorizantes de cuerpo y mente, además promueven el bienestar y la calma mental) dado que los estáis tragando... Una maravilla vamos! 100% efectivo, te lo aseguro! Adiós al mal aliento.


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Hongos en la piel: Elimina esa piel reseca

   Los hongos en la piel humana son infecciones de la piel que al atacarla, provocan, entre otras cosas, ronchas en la piel, picor, sensación de ardor, sequedad extrema, descamación... No todos los brotes provocan las mismas reacciones en las mismas personas, y aunque no son peligrosos para la salud, si representan un gran problema, sobretodo si se prolonga la afección en el tiempo.

   Nuestra piel puede combatirlos con facilidad, sin embargo hay dos situaciones en las que su resistencia ante estos se ve mermada: Un bajón de defensas en nuestro cuerpo, y un cambio en el pH de la piel. ¿Pero como podemos combatirlos?. Pues la manera más eficaz es tratando las dos cosas. Así que aquí vengo yo con mis remedios caseros para hongos en la piel.

   La mejor forma de reforzar las defensas de nuestro cuerpo rápidamente es tomar propoleo. No caramelos que lo contengan, si no la sustancia pura. Esta tiene muchísimas propiedades además de ser un inmuno-estimulante, con lo que es perfecta para este caso. Al ser también analgésica, antibiótica, anestésica y calmante (así como lo leéis, oro puro), también hará muy bien que apliquemos 1 o 2 gotas sobre la zona afectada después de aplicar el tratamiento que os voy a explicar a continuación.

   El segundo asunto es restaurar el pH de la piel. ¿Por que? Porque este se encarga de mantener la piel hidratada y permite que se forme el manto ácido protector de la piel, que es una de sus mayores defensas ante agresiones externas. El pH del agua es el neutro. Sin embargo, el de nuestra piel es ligeramente ácido. Es por ello que los hongos suelen atacar a las personas que pasan mucho tiempo en contacto con el agua, ya que esta desequilibra el pH de la piel, dejándola vulnerable.

   Ya os explicaré más sobre esto en otro artículo, así que vayamos a lo que nos ocupa: ¿Como acidificamos de nuevo la piel? Pues hay muchos métodos, pero hay uno natural que, dada su efectividad, su suavidad, y el hecho de que todos lo tenemos en casa, se convierte en el método por excelencia: El vinagre, que por su moderado contenido en ácido acético es un ácido suave. Barato, efectivo y al alcance de todos.

   Sin embargo, su pH natural lo hace más ácido que nuestra piel. Para ajustarlo, mezclaremos 1/10 parte de vinagre con 9/10 partes de agua (calculad 2-3 cucharadas en un litro de agua). Una vez tengamos hecha la mezcla, la aplicaremos sobre la piel afectada, y la dejaremos actuar 2 minutos, o hasta que comencemos a notar un ligero picor. En ese momento, lo secamos bien con un papel sin aclararlo. De esta forma, incitamos a la piel a regenerar su balance ácido, además de desinfectar la zona, ayudando a eliminar los hongos de la piel. Para terminar, aplicamos crema hidratante a la zona. Sin embargo, antes de aplicarla podemos enriquecerla echándole unas gotas de propoleo y aceite de árbol de te, el fungicida natural más potente que existe.

   Si con estos consejos no lo solucionas, puede que lo que crees que son hongos sea eczema, una afección muy similar que reseca la piel. Mira aquí toda la información sobre como solucionarlo, puedes complementar ambos tratamientos si a tu problema le cuesta remitir, para fulminarlo completamente.

   Pruébalos, verás como lo solucionas sin duda!! Déjame un comentario y sigue mi blog para recibir todas mis entradas, que vienen siempre, como ves, cargadas de información valiosa. Gracias a todos y en especial a la comunidad latina, que no tenia idea que me seguíais tantos! Un saludo desde Bilbao para todos!

miércoles, 4 de septiembre de 2013

Crisis de ansiedad y ataques de pánico: Ponles solución #1


   La ansiedad y los ataques de pánico son algo muy común, casi todos hemos oído hablar de ellos y nos hacemos una vaga idea sobre lo que son, sin embargo poca gente sabría definirlos con exactitud. Es una condición más común de lo que la gente piensa: De hecho, entre 1/3 y 1/4 de la población mundial sufre de ansiedad y/o ataques de pánico en algún punto de su vida. Y muchos de ellos nunca llegan a saberlo y viven con ello el resto de sus días. Otros decidimos luchar para salir de ese martirio: Sí, los he sufrido y los he superado, por eso he decidido escribir mi experiencia, para así tratar de ayudaros a aquellos de vosotros que los estéis sufriendo.

¿Que es la ansiedad y qué la provoca?

La ansiedad es un sentimiento de fuerte intranquilidad desencadenado frecuentemente por un miedo (que puede ser miedo a una situación real o puede tener que ver con el pensamiento negativo y la imaginería) o porque algún aspecto de nuestras vidas no funciona correctamente. Por ejemplo, a una persona puede provocarle ansiedad tener que combatir un cáncer o una intervención quirúrgica de vida o muerte inminente, o haber superado recientemente alguna de esas situaciones. En ese caso, la ansiedad viene dada por una causa real.

   Sin embargo, y en la mayoría de las ocasiones, la ansiedad tiene mucho que ver con elementos imaginarios. Entre los casos más comunes de ansiedad están los miedos a la muerte, a un infarto repentino, a los hospitales, a la soledad, a la locura, al desmayo... Situaciones que, si bien es cierto que pueden ocurrir a cualquier persona en cualquier momento, no es probable que nos sucedan ni existen indicios que nos lleven a pensarlo. Por lo tanto, si bien es un temor basado en algo real y que puede ocurrir, es nuestra mente la que amplifica el miedo, y la imaginación nos lleva a visualizarnos en ese tipo de situaciones, recreando imágenes y sentimientos con claridad si tenemos la capacidad para ello. A esto se le llaman pensamientos negativos, son miedos infundados, y si este es tu caso, será el enemigo a combatir.

   Otras veces la ansiedad viene dada por una situación que se siente mal o incorrecta en nuestras vidas, aunque no estemos llegando a esa conclusión de una forma razonada y consciente. Nuestra mente y nuestro cuerpo son sabios, y esta es una forma de advertirnos de que algo no va bien. Así, por ejemplo, pueden sufrir de ansiedad las personas que padecen de estrés severo, las mujeres que sufren de abusos por parte de su pareja o que han sufrido de abuso sexual en algún punto de su vida, personas con problemas de pareja, jóvenes (y adultos también) que no saben hacia donde dirigir su futuro laboral, la ausencia de metas en la vida... En definitiva, la lista de elementos que pueden generar ansiedad es interminable.

   Aunque generalmente es una causa la que desencadena la ansiedad, todos estos tipos de pensamiento están relacionados (son pensamientos negativos), y cuando esta situación desagradable se prolonga en el tiempo sentimos desesperación, que nuestra vida nunca volverá a ser como antes de sentirnos así, nos deprimimos, y todo esto nos lleva a una posición muy negativa en la vida. Esto tiende a generar más pensamientos negativos en nuestra cabeza, lo que nos lleva lenta e inexorablemente a una espiral de ansiedad/desesperación que puede resultar muy desagradable, llevándonos a la depresión severa, un punto en el que sentimos que nuestra vida ha terminado sin remedio. Y aquí es donde entra en juego el instinto.

   En la antigüedad, los hombres de las cavernas vivían en una constante lucha por la supervivencia. La caza era una labor común en su día a día, y en ella exponían su vida, luchando contra animales salvajes. Para asegurar su supervivencia, los seres humanos desarrollaron un instinto de reacción ante el peligro, en el que sopesaban instantáneamente una situación y decidían si escapar o luchar ante peligro de muerte.


   Pues ante este sentimiento de amenaza para nuestra integridad al que dan lugar nuestra imaginación y nuestros miedos amplificados, se desencadena este instinto primitivo, haciéndonos entrar en un estado de terror absoluto conocido como crisis de ansiedad o ataque de pánico.