martes, 8 de enero de 2013

Las claves para una piel perfecta 2: Dí no a los labios resecos

   Los labios son la parte más representativa de la boca, seguido de los dientes. Y la boca es la parte del cuerpo a través de la cual nos comunicamos, compartimos información y nos relacionamos, por lo que no cabe duda que es muy importante mantenerlos en buen estado (tanto como el resto de la cara) para causar una buena impresión a primera vista.

    Algunas personas tienen la tendencia a tener los labios realmente resecos y agrietados, pero como todo en la piel, esto sólo es una condición genética, y nada que no podamos tratar. Y dado que la piel de los labios es realmente sensible, yo me inclino más hacia los tratamientos naturales.

    Los grandes aliados de los labios son el aceite de almendras o de ricino (versión económica y muy efectiva también, el aceite de oliva) y la miel, por los siguientes motivos:

  • El aceite de ricino es muy espeso y untuoso, y ayuda a mantener de forma extraordinaria la hidratación de los labios.
  • El aceite de almendras también hidrata los labios y los protege, y contiene un montón de vitaminas y minerales.
  • El aceite de oliva cumple las mismas funciones que los dos anteriores aceites.
  • El aloe vera es muy conocido ya por sus propiedades regeneradoras de la piel.
  • La miel suaviza la piel, la protege frente a infecciones, la nutre y ayuda a regenerarla. Vamos, una maravilla.

    Y tras la información pasamos a la práctica. ¿Cómo podemos tratar nuestros labios? Pues lo primero será preparar un exfoliante para labios. Para ello, prepararemos una mezcla de cualquiera de los aceites y miel, a partes iguales, y los mezclaremos con una cantidad de azúcar moreno preparado para exfoliar (enterate aquí de cómo se hace) de tal forma que formemos una especie de pasta. Una vez hecho esto, la frotamos con suavidad por los labios (recordad, son muy sensibles) y la enjuagamos con agua calentita. Así limpiaremos los labios y los prepararemos para la mascarilla.

    La mascarilla la prepararemos de la siguiente forma: 1/3 de miel, 1/3 de cualquiera de los aceites y 1/3 del jugo de aloe vera. Los mezclamos bien y aplicamos la mezcla de forma generosa sobre los labios. ¿Cuanto tiempo lo dejamos actuar? Pues en principio 20 minutos, pero cuanto más tiempo podáis dejarlo mejor será el resultado, así de simple. Y una vez hecho esto, enjuagamos los labios con agua tibia.

    Tachán! Tocaos los labios, los tendréis suavecitos suavecitos... Pues tomando como rutina hacer este proceso una vez a la semana (La parte de la mascarilla la podéis repetir cuantas veces queráis) los mantendréis así siempre! ¿Gran consejo eh? Hasta otro post!

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