Las claves para una piel perfecta 1: Limpieza de cutis

   La limpieza facial juega un papel importantísimo en la salud de la piel. Es algo muy sencillo que podemos hacer en menos de un minuto, y sin embargo la gente infravalora su poder. Con ella eliminamos todas las impurezas del cutis, entre las que se incluyen células muertas, sudor, maquillaje, polvo, polución ambiental, aceites segregados por la piel...

    Es inevitable que estas impurezas se acumulen, sin embargo es fundamental eliminarlas lo antes posible para evitar que penetren en nuestra piel favoreciendo el envejecimiento de la misma. Además, su acumulación hará que nuestro rostro se vea opaco y sin vida.

    Por ello, es aconsejable limpiarse la cara al prepararse para salir de casa y antes de acostarse: 2 veces al día que harán que tu piel se mantenga limpia, libre de gérmenes y de suciedad.

    ¿Cómo hacerlo? Pues humedece tu piel (o puedes hacerlo mientras estás en la ducha), utiliza un limpiador facial apropiado para tu tipo de piel (en el mercado hay muchos disponibles) y espárcelo por tu cara. Masajéalo suavemente durante unos 30 segundos. Tras eso enjuaga tu cara. Así de simple. Y disfrutarás de estos beneficios:

• Una piel limpia implica una piel sin nada que la obstruya. De esta forma la piel se puede oxigenar mejor y absorberá mejor los productos cosméticos que apliques sobre ella.
• La superficie de la piel estará más lisa y libre de suciedad, por lo que será más luminosa y suave y tersa. Esto hará que sea más flexible, evitando la aparición de arrugas prematuras. Además el maquillaje durará más tiempo al adherirse mejor sobre la piel y se verá más bonito.
• El masaje promoverá la circulación de la sangre mejorando la apariencia de cansancio del cutis.
• Eliminaremos puntos negros y acné, ya que desobstruiremos los poros y además eliminamos las bacterias que puedan causar inflamación.

    Por lo tanto tener una rutina de cuidado facial es una parte fundamental para tener una piel piel perfecta. Además también es fundamental hacer cada cierto tiempo (1 semana si tu piel es grasa, 10-15 días si tu piel es más seca o sensible) una limpieza de cutis en profundidad, para eliminar a fondo toda la suciedad de los poros y los restos de impurezas que hayan quedado incrustados en el cutis, pero hablaremos de eso en otro post.