miércoles, 29 de mayo de 2013

Combate la deshidratación de tu piel!

   Una piel perfectamente hidratada, esto es, en su justa medida, parece algo tremendamente difícil de conseguir. Sin embargo, si comprendemos cómo funciona el mecanismo de hidratación de la piel, prevenir su deshidratación será algo mucho más sencillo, sistemático y efectivo.

    La hidratación de la piel consta de dos partes fundamentales:
  • Una es la atracción de la humedad hacia la piel, es decir, para que esta este hidratada necesitará estar cargada de agua. Para ello necesitaremos aportar humedad a la piel.
  • La segunda parte es sellar la humedad. Nuestra piel produce aceites que se encargan de impedir que la hidratación se pierda por la evaporación del agua del cutis.
    Una vez comprendido esto, que os he explicado de forma resumida (si realmente queréis saber más sobre esto, escribidlo en los comentarios y haré un post mas extensivo) pasamos a la segunda parte: ¿De donde proviene la sequedad de nuestra piel?

   Las causas pueden ser dos. La primera es que nuestra piel no produzca los suficientes aceites y, por lo tanto, a pesar de que produce hidratación, la pierde con facilidad. Los signos de este tipo de piel son aspereza, piel sin brillo, con tendencia a descamarse (aparición de pequeñas pielecillas muertas), y en ocasiones puede dar picores y rojeces. Además tiene tendencia a la aparición de eccemas (mira aqui mi post sobre los eccemas).

   Si este es tu caso, te aconsejo que te centres en buscar un buen aceite para tu piel que selle la hidratación que esta produce. Aplicas primero una pequeña cantidad de aceite (con 1-2 gotas para toda la cara es suficiente, ) y tras esto, una crema hidratante. Los aceites más recomendables para esto son el aceite de jojoba, el de argán o el de rosa mosqueta, siendo el primero el más ligero y el último el más denso. Pruébalo, notaras una gran mejoría, y no te asustes por que al principio se vea un poco grasienta tu piel, ya que ese aceite se acoplará en seguida. Experimenta un poco con las cantidades!

   El siguiente caso es el opuesto, una piel que produce suficientes aceites pero no crea la suficiente hidratación. Los signos de este tipo de piel es que a pesar de no tener apariencia de piel reseca, pues puede estar suave al tacto, es una piel que se arruga con facilidad, le falta vitalidad y tiene apariencia cansada. ¡Un buen nivel de hidratación es necesario para que la piel luzca descansada!

   Si tu caso es este otro, te recomiendo que busques cremas hidratantes y que experimentes con ellas, y que consideres la aplicación de un sérum de textura acuosa antes de la crema, lo cual provocará una gran diferencia (¡Pulsa aquí para ver como fabricar el tuyo propio casero!)

   Además, también deberás procurar atraer la circulación sanguínea a tu cara, ya que esta es la encargada de llevar la humedad a tu piel. La primera forma sería aplicando la mascarilla milagro (así la llamo yo, pulsa aquí para ver cómo la hago) que entre otras cosas reactivará el flujo sanguíneo hacia tu cara. Tengas el tipo de piel que tengas esta mascarilla te va a ayudar mucho, pero a este tipo especialmente.

   El segundo paso es masajear tu rostro con regularidad. Masajeándola estarás reactivando toda su actividad. Sin embargo, recuerda hacerlo con suavidad, ya que de lo contrario podrías provocarte arrugas prematuras.

   El tercero y ultimo son las mascarillas de frío, que consisten en aplicar hielos sobre la cara (o máscaras de este tipo previamente metidas al frigorífico)
   De esta forma, el cuerpo aumentará la circulación sanguínea hacia el rostro para tratar de calentarlo lo antes posible, llevando también agua y nutrientes que este tipo de piel necesita.

   Espero que os haya sido útil, que no dudéis en aplicar estos consejos y que me comenteis si os ha funcionado o no, o algún pequeño tip. Hasta otra!

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